UN VILLAGUAYENSE EN NANJING, LA CIUDAD CHINA QUE ESTÁ SALIENDO DE LA PANDEMIA

Alejandro Segovia es villaguayense, bailarín y profesor de tango, y acaba de llegar a la ciudad donde vive. 

Se trata de Nanjing, la localidad china de 8,5 millones de habitantes que comienza a despedirse de la pandemia: hace más de un mes que no registra nuevos casos.

 

Tras haber pasado un par de semanas en Estados Unidos, Alejandro inició el regreso a su hogar el pasado martes 17. Sin embargo, aún no ha podido pisar el suelo de su departamento.

Entre vuelos, esperas, cancelación de vuelos y controles varios, la llegada a su destino final demoró 2 días y medio, hasta su arribo a Nanjing, China, aproximadamente a 300 kilómetros de Shanghai.

Apenas llegó, considerando que provenía de un país en zona de riesgo, las autoridades chinas lo pusieron inmediatamente en estricta cuarentena por 14 días.

No sólo lo ubicaron en un hotel al que debe pagar sus gastos de estadía, sino que además tiene absoluta prohibición de salir. 

Los "aislados" no pueden siquiera salir de las habitaciones. Las tres comidas diarias -iguales para todos- se reparten a una hora específica y está prohibido comprar algo afuera.

El hotel está prácticamente blindado, con custodia policial en cada piso y también en los alrededores del edificio.

Tanto celo tiene un motivo: Nanjing, una ciudad de 8,5 millones de habitantes, hace más de un mes que no registra ni un solo caso nuevo de coronavirus. Y sus autoridades no están dispuestas a romper ese récord por culpa de un rebrote que provenga del exterior.

 

"ACÁ YA ESTÁN SALIENDO ADELANTE"

"Sabía que esto podía pasar, pero aun así decidí venir. Este país tiene mucha seguridad y ya están saliendo adelante de este inconveniente", contó Alejandro a La Posta Multimedia.

"Acá arrancaron con la cuarentena a fines de enero o principios de febrero. Estuvieron casi un mes y medio de cuarentena y recién aproximadamente hace dos semanas reactivaron algunas actividades, no todas, y todavía hay muchos controles en los lugares públicos de mayor acceso, pero la gente ya está empezando a retomar su vida cotidiana", narró.

"En Nanjing hace más de un mes que no hay ningún caso de coronavirus y solamente están controlando a los que entran desde el exterior", señaló antes de marcar diferencias entre nuestra sociedad y la china: "Acá es simple, te dicen que tenés que quedarte en casa, hay que hacerlo y se hace, no hay otra opción, y eso facilita mucho las cosas; a los argentinos eso nos cuesta un poco más, pero es la única manera de evitar que el virus se expanda".

En este sentido, envío un mensaje a sus coterráneos a la distancia: "Sigan las indicaciones porque quienes las dictan son gente que sabe, que estudia, que observa lo que está pasando en el exterior. Tenemos suerte como argentinos de que estamos padeciendo algo que ya sucedió en otro lugar, entonces tenemos muchas referencias de cómo frenarlo".

 

LA VIDA AISLADO EN UN HOTEL CHINO

¿Cómo pasan los días en estas condiciones? "Y... la verdad es que no hay muchas cosas para hacer dentro de la habitación de un hotel, porque ni siquiera al pasillo puedo salir", confesó Ale.

"La comida se entrega a un horario determinado: el desayuno entre las 7 y las 8, el almuerzo entre las 12 y la 1 y la cena entre las 6 y las 7 de la tarde, así que estamos destinados a comer a esa hora".

"Me levanto temprano, desayuno, hago un poco de gimnasia, después ordeno o acomodo algunas cosas... Ayer me pinté las uñas, luego me las despinte (risas), estuve haciendo un poco de maquillaje, vestuario... Y después... Mirar mucho las redes, chatear con amigos, mucha película, mucha serie, mucho Netflix, y así pasar el día y tratar de dormir temprano", resumió el villaguayense, testigo presencial de una ciudad que comienza a despedir a la pandemia.

 



Fuente: La Posta Multimedia

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